Elena Cobler Martínez nos ofrece una valiosa reflexión desde el contexto de Tarragona (España) sobre la apertura de espacios restaurativos desde la policía, en el trabajo con adolescentes y sus familias. En el mundo incierto en el que vivimos, muchas personas continúan explorando, implementando e investigando maneras de generar una Cultura de Paz en nuestros ambientes.
Menores agresores y prácticas restaurativas
por Elena Cobler Martínez
“Eres una madre de mierda”, le dice una niña de 11 años a su madre en presencia de su padre, en el momento de realizar un círculo restaurativo en la policía, y los padres no se inmutan ni responden al insulto, lo tienen asumido y normalizado.
Muchos de los padres de hoy en día no saben cómo reaccionar a las actitudes y comportamientos ofensivos y agresivos de sus hijos, se trata de una realidad complicada, muy difícil de abordar. Algunos de ellos van a la policía a denunciar que sus hijos menores se han escapado de casa o que cuando los han dejado a la puerta de la escuela, en lugar de entrar se han marchado y no saben dónde están. Pero, una vez localizados y entregados de nuevo a sus padres, éstos no saben qué tienen que hacer para conseguir que los menores asuman responsabilidades de sus hechos y modifiquen conductas.
De repente, de la noche a la mañana, esa niña angelical, preciosa, que nos tiene encandilados con su sonrisa se vuelve, terca, respondona, insulta, grita, exige, impone, hasta llegar a conseguir lo que quiere en todo momento o de lo contrario monta un espectáculo de gritos, patadas a los muebles, a las puertas, insultos, violencia verbal, faltas de respeto y amenazas, llegando a los empujones y a la agresión hacia sus hermanos menores y a su padre y su madre, creando un clima de malestar y tensión en casa que cada vez es más difícil de superar, los padres se sienten desbordados.
Muchos de estos casos son los que tratamos en la guardia urbana de Reus (Tarragona). Desde el año 2007, existe una unidad de mediación y resolución de conflictos denominada UMIRC, donde una policía mediadora realiza mediaciones y Prácticas Restaurativas en estos casos en los que los adultos son las víctimas de estos menores agresivos y necesitan herramientas y recursos para poder restaurar la relación y trabajar y abordar las situaciones complicadas del día a día en la convivencia.
Una vez llegados al momento de la realización del círculo, cuando se le pregunta al padre qué es lo que hay que cambiar para mejorar la relación, él propone “aceptar los no” y la madre “hablar con respeto, sin chillar”, la menor propone que “aceptará los horarios a pesar de que le cuesta mucho hacerlo”. Parecen propuestas fáciles y sencillas, las cuales incluso se dan por hecho que forman parte de las normas y límites que se inculcan en el ambiente familiar, pero lamentablemente nos encontramos más casos cada día de faltas de respeto de los menores hacia sus progenitores, y de eludir de sus responsabilidades culpando a los demás de sus actos.
Las sociedades de hoy en día vamos cada vez mas deprisa, sin darnos cuenta nos encontramos dentro de la vorágine de la prisa y de conseguir lo que queremos ya, sino nos vemos abocados a la frustración y la desdicha, y para no sufrir, cedemos y nos decimos a nosotros mismos: ¡qué más da!, ¡es sólo ver la tele un ratito más!, ¡es sólo que quiere esto ahora y yo se lo puedo dar!, y así vamos adaptándonos a las exigencias y demandas fabricando menores desobedientes, caprichosos y desafiantes, que les dicen con 11 años a sus padres que “maduren” y que exigen lo que quieren, con escasa responsabilidad hacia los castigos o sino que “¿por qué los han parido?”, y con poca o nula capacidad de culpa.
Somos humanos, y por lo tanto somos frágiles y vulnerables, y nos avergonzamos de nuestros errores, pero al mismo tiempo también podemos ser resilientes para superar las adversidades aprendiendo de ellas saliendo fortalecidos.
Las Prácticas Restaurativas en muchos de estos casos, son un buen recurso para generar espacios de comunicación, un momento de tregua, de paz, de escucha, de ponerse en el lugar del otro, de reconocer los hechos y asumir responsabilidades, de vergüenza, tanto por una parte como por la otra y de iniciar juntos un nuevo camino de creación de relaciones saludables, lleno de baches, pero con actitud resiliente y dispuestos a sortearlos disfrutando del camino. Realizar las Prácticas Restaurativas en la policía y con la policía ofrece un ambiente de autoridad, seguridad y de legitimidad a la situación, trabajando la comunidad y la prevención de conductas violentas ofreciendo pautas de conducta y una cara más amable y cercana de las fuerzas de seguridad.
Elena Cobler Martínez es Licenciada en Derecho por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Máster Internacional en Resolución de Conflictos en la Universidad Oberta de Cataluña (UOC) Especialista Universitaria en Feminismos, Masculinidades y Equidad de Género en la Universidad Rovira y Virgili (URV), Postgrado en Resiliencia en la Universidad de Barcelona (UB) y ha realizado el Curso de Practicas Restaurativas nivel I y nivel II del International Institute for Restorative Practices (IIRP), en la Universidad de Barcelona (UB). Inscrita en el Registro de Mediadores del Centro de Mediación de Derecho Privado de Cataluña, es autora de diversas publicaciones sobre la Mediación Policial y formadora y conferenciante de la mediación en la policía. Es policía desde el año 1976 y en el mes de octubre de 2007 impulsó la creación de una unidad de mediación y resolución de conflictos en la guardia urbana de Reus, denominada UMIRC donde ejerce de Policía mediadora desde entonces hasta la actualidad. Puede comunicarse con ella al correo lenacob@hotmail.com